domingo, agosto 05, 2007
[1.036/2007] Lucidez irrepreensível
Y siento como preocupación que sí que hay un problema que no es sólo un problema generacional, ni siquiera fundamentalmente generacional, y es que hay un cierto retraso en la política que veo en el mundo, un cierto retraso para adaptarse a los requerimientos de la nueva realidad, de los nuevos desafíos que tiene el mundo. Creo que en general España se está adaptando bien pero tenemos que darnos prisa para tener una percepción política adecuada a la nueva realidad.
Y ¿por qué no nos parecía, cuando estábamos asumiendo la responsabilidad del poder que nosotros éramos demasiado jóvenes? Yo no quiero sufrir ese proceso, quiero ver las cosas con una mayor objetividad, igual que trato de mantenerme vivo, de mantener una rebeldía conmigo mismo, de no conformarme. Trato de intentar vivir más que metiéndome en los archivos, para reflexionar sobre lo que fue, trato de vivir pendiente de cuales son los nuevos desafíos, las nuevas amenazas, la nueva configuración del mundo, los nuevos retos, las oportunidades y los riesgos.
El espacio nunca se regala, simplemente se ocupa. Por eso a la gente que tiene mi edad y quiere trabajar y quiere hacer un esfuerzo debe de hacerlo. Yo trabajo, lo que no quiero son responsabilidades institucionales. Pero los que no están conformes pues que rebelen, que hagan lo que tienen que hacer. Yo tengo las preocupaciones que tengo, las mías, y me acompañarán como generación. Y tengo también mis propias rebeldías. Lo que no estoy en absoluto dispuesto es a esa resignación que conduce o la melancolía o al cinismo. Eso no lo acepto porque sería la aceptación de una derrota sobre una nostalgia. No me interesa. Pero en cualquier caso puedo admitir que estamos en una etapa de pensamiento débil pero porque la política se ha retrasado respecto de las respuestas que se necesitan para la nueva realidad. Y hasta que no se resuelva eso estaremos escuchando discursos viejos aunque los pronuncien gente joven.
Uma entrevista interessante e merecedora de ler, a Felipe González ao El Pais de hoje. Desde o desaparecimento de Polanco ao comportamento pouco responsável do PP, do PSOE e das matérias políticas delicadas assumidas por este Governo (Estatuto das regiões e relação com o terrorismo) até à sua posição de republicano e de inteiro respeito pela monarquia espanhola. Aos 65 anos, González continua a evidenciar uma lucidez política irrepreensível. Demonstrando que não é a idade que impede uma pessoa de evoluir, mas sim o pensamento. E neste domínio, González tem uma preocupação permanente de acompanhar os novos desafios que se afrontam, não caindo no conforto de um estatuto pessoal e político que tem. A rebeldia de que nos fala, e que pratica, percebe-se, é uma das suas grandes aliadas contra o conformismo, a melancolia e o cinismo que outros transpiram, quando não querem ver os desafios que enfrentamos. CMCEtiquetas: Espanha, Política Internacional
9:00:00 da tarde
. - .
Página inicial
. - .
Comentários (1)
|
|